domingo, 24 de agosto de 2008

LA VERO - EL VIVI - WALY - LA ROSADA


Ayacucho y su semana santa
Antes que nada, quiero agradecer a mis siempre simpáticos, atentos y solidarios CAMIONEROS -algún día haré un blog únicamente para todos los q me brindaron una jaladita en
las carreteras de mi patria y otros países de América del Sur-. Gracias a ellos y a mi "dedo mágico" - como lo diría mi amigo Wally, a "dedo express", - pude ahorrar 60 soles en psje de ida que los invertí en pan, miel y cerámica Quinua.
Claro, así tampoco se viaja muy bien que digamos, pero el ahorro justifica todo sacrificio; en mis viajes no niego, ni rechazo, ni temo las malas intenciones, al contrario las busco, pues ellas me dan más aventuras para contar.

Mas bien, temo la comodidad de los viajes, porque acostrumbrarse a ella desencadena en crisis cuando se enfrenta a la falta de dinero u hospedaje. Por eso viajo sola. Este viaje fue la excepción de una de mis tantas intransigentes reglas, "nunca viajo a lugares lejanos con más de 2 personas", ahora estaba con cerca de 10, qué horror!!! pensé antes de conocerlos, hasta que los traté y al fin el microship de la intolerancia sufría transformaciones: NO HUBIERA TENIDO MEJOR ESTADÍA EN AYACUCHO SIN ESTOS NUEVOS amigos.

lunes, 28 de abril de 2008

El Pascua Toro

Desde las 8 am, la turba de visitantes y locales, colman las calles con sus polos rojos para esperar a los indefensos toros, quienes entran a la plaza de armas de Huamanga tirados del cuello por un jinete, de quién sabe dónde...





La nota trágica la marcó la corneada de un tremendo toro negro al estómago de un caballo marrón; fue desastrozo el panorama y lamentable el furor de la gente...







...a pesar de la tragedia, había que seguir sonriendo, finalmente, life continues...


Siento pena por no haber enfocado bien esta imagen, sin embargo se puede notar la mezcla de colores que me sirven para recordar la intención de tomarla.

No recuerdo haber visto antes algo como esto, el cuadro no pudo haberse repetido antes, porque nunca a las 6 de la mañana había estado junto a una multitudinaria procesión de Semana santa en Ayacucho... A estas horas, el cuerpo ya no me daba para nada más que para dormir, pero la gente con su calor, su devoción, su borrachera, su sonrisa y todo lo que tiene para atraparte, permanecían ahí, frente a esa Iglesia, incólumes, vivos esperando más de esta Semana Santa que me había succionado toda la tristeza, y que me tatuaba en la sangre el recuerdo más increíble de los últimos viajes.

No sé en qué momentos recordé que era un ser humano con preocupaciones; el ambiente exhalaba relax. En otras circunstancias mi único afán hubiera sido el de agenciarme situaciones para sentirme menos sosegada.
Pero ahora no quería tener tiempo para eso, después de mucho tiempo podía sentirme bien conmigo misma en medio de la muchedumbre. Como pocas veces, los demás me ayudaron a reafirmarme como persona; tal vez la alegría me puso más eufórica que siempre; sentirme el centro de atención y atracción me levantó el ego y el ánimo; estoy segura que en otro entorno no hubiera podido fluir así, el ambiente lo permitió, la gente se prestó, el frío lo forzó y la cerveza lo facilitó.


la foto es real y refleja los colores de mis sensaciones, azul -blanco y negro en el cielo al que quiero subir en la escalera de los escalones infinitos para sentarme en sus nubes y escupir gotas de optimismo sobre la multitud hambrienta de fe

viernes, 18 de abril de 2008

Flor de Retama




Hace 4 años fue la primera vez que conocí Huamanga, Ayacucho; no ha cambiado nada, sigue linda y mística; pero como los tiempos no pasaron en vano, yo sí cambié, y este 2008, la semana santa ayacuchana la sentí mía, parte de mi pasado y mi presente, de lo que me encanta y de lo que repudio de mi patria, de mi gente, de los nuevos y los viejos amigos...de mi sangre peruana.

El viaje de hace 4 años, fue solitario; hasta hace 2 ó 3 años sólo viajaba acompañada de mí misma. En aquel tiempo pasaba por la etapa del autoconocimiento, y ese viaje me ayudo a entender mi historia, la verdadera historia que los pobladores escribían en el presente de nuestras mentes. Aquella vez no socialicé tanto como en los 2 últimos viajes, pero me conecté con la sublime naturaleza y la todavía fresca llaga del terrorismo. Recuerdo la lluviosa, fría, y contradictoria Quinua; sobre las pampas veía mis antepasados luchando por nuestra independencia, los imaginaba peleando, cayendo, entregando todo en el campo de batallay me emocionaba pisar tierra enjugada de sangre, heroismo y muerte. Y cómo olvidar la indescriptible alegría de conocer el pueblo de artesanos, Quinua por todo, despertó sentimientos de orgullo nacional y de nostalgia andina-cómo era posible que alguna vez haya renegado de mi sierra oscura y colorida, cuánta ignorancia en mi mente y en mi corazón, qué injusta valoración a la riqueza cultural de mis herman@s, hasta ese momento era una silueta sin borde ni sombra, naa, estoy convencida que mi sentimiento de ser peruana se convenció de ello, cuando entré a la casa de Mamerto Sánchez-.


Todavía tengo dudas de la verdadera Huamanga, sólo la he visto reir y llorar en fiesta. Cómo será cuándo estoy en Lima, tratando de transformar mi di di, sen sen, me me


Vengan todos a ver, hay vamos a ver

En la plazuela de Huanta,

amarillito Flor de Retama,

amarillito, amarillando, Flor de Retama.

Donde la sangre del pueblo,ay, se derrama…allí mismito florece,amarillito, amarillando, Flor de Retama.

Por Cinco Esquina están,

los Sinchis entrando están.

Van a matar estudiantes huantinos de corazón,

amarillito, amarillando Flor de Retama.

Van a matar campesinos Huantinos de corazón,

amarillito, amarillando, Flor de Retama.

Los ojos del pueblo tienen hermosos sueños sueñan el trigo en las eras,

el viento en las praderasy en cada niño una estrella.

La sangre del pueblo tienerico perfumehuele a jasmínes,

violetas,geranios y margaritas,a pólvora y dinamita,Carajo, a pólvora y dinamita.Carajo.